jueves, 30 de enero de 2014

Qué hacer en Estambul: Crucero por el Bósforo



El estrecho del Bósforo, en turco "Bogazici", separa el Mar del Mármara, al sur de Estambul, del Mar Negro, al norte. Es un enclave natural único desde el que ver Estambul, una ciudad abierta al mar, y entre dos mares. Diversos cruceros recorren una pequeña parte de sus aproximadamente 30 kilómetros de longitud, formando parte del gran tráfico marítimo del estrecho, desde pequeños barcos de pescadores hasta grandes pesqueros y barcos de transporte de mercancías.


Hacer un recorrido en barco es una oportunidad única para ver la imagen de Estambul que todos buscamos, esa imagen mágica en la que se alzan sobre el cielo los minaretes de la Mezquita Azul y Santa Sofía. Además dejaremos a un lado el Cuerno de oro, que separa Estambul en la parte antigua y la parte nueva para introducirnos estrecho adentro, en dirección al Mar Negro, y entre las orillas de los dos continentes: Europa y Asia. 

La oferta de cruceros por el Bósforo es amplia, y podemos encontrar tanto cruceros cortos, de 2 horas, como cruceros que duran algo más de medio día, que atracan en un puerto para almorzar y hacen una serie de paradas establecidas. Según el tiempo que tengamos podemos elegir uno u otro.

El crucero que proponemos es el que parte del puerto de Eminonu y dura unas dos horas. La entrada se compra allí mismo, en una especie de cabina blanca con el nombre "Bogaz turu" de la compañía Turyol, y con un cartel del recorrido del crucero en el suelo, que muestra los monumentos y lugares que iremos viendo a cada orilla. Podéis hacer una foto a este cartel o coger un folleto explicativo para utilizarlo como guía: la Torre Gálata, el Palacio Dolmabahce, 

Esta modalidad de crucero pasa bajo los dos puentes que cruzan estrecho, el puente "Bogazici" y el puente "Fatih Sultan Mehmed", y da la vuelta. El barco tiene una parte exterior y otra interior acristalada y climatizada, con servicio de cafetería, por lo que en invierno no hay que privarse de esta actividad. Aunque sin duda, sentir el aire de la navegación, por frío que pueda hacer fuera, sienta muy bien. Sobretodo con un té hirviendo en la mano, que os ofrecerán seguro.

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