Una duda que todos tenemos cuando viajamos a un país diferente (si es que lo árabe puede ser diferente para los andaluces), es si comeremos. En Estambul comeremos, y mucho. Eso sí, si pretendemos comer un cocido al puro estilo casero de la abuela, evidentemente no es el sitio, mejor ir a casa de la abuela... Pero la cocina que ofrece esta ciudad es muy parecida a nuestra cocina mediterránea: el huerto, las legumbres, los frutos secos...aunque con matices. Lo importante es saber qué pedir si queréis acertar:
KEBAP O KEBAB: es el plato más popular y exportado a otros países, pero sin comparación con el verdadero kebap de Estambul. Significa "carne a la parrilla", y se sirve de forma muy diversa, pero habitualmente, es carne de cordero a la parrilla, picada o troceada, con verduras, especias y salsas, envuelta en una torta de pan.
LAMAHCUM O PIZZA TURCA: a diferencia de la pizza italiana la masa es alargada, y los ingredientes principales son carne picada ovina, tomate, cebolla u otras verduras, aceite y algunas especias.
YOGURT TURCO: es muy habitual en las diferentes comidas, desde el desayuno hasta el aperitivo o el almuerzo. A veces se presenta de forma líquida, como una bebida, y otras como salsa que acompaña carnes, sopas y otros platos.
PASTELES Y POSTRES: la variedad de pasteles, dulces y postres es alucinante. El pastel más conocido es el Baklava, hecho a base de hojaldre y pistachos. No menos suculentos son los lokun, o pequeñas delicias turcas, una especie de cubitos cubiertos de azúcar en polvo, de tipo gelatinoso, muy parecidos a las gominolas. Podéis probar, probar y probar en una famosa pastelería que se encuentra en una de las calles que suben desde la Estación Sirkeci hasta Sultanhamet. Pero no intentéis salir de ella sin comprar nada, es inevitable.
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