Invierno en Estambul: 10º-15ºC de día/-4º-0ºC de noche Verano en Estambul: 30ºC de día/20ºC de noche Meses más lluviosos: Diciembre y Enero Mejor época del año para viajar a Estambul, según el clima: Primavera y Otoño
El Bazar de las Especias es un mercado con mucho encanto, en el que hay mucho más que especias. Aunque los puestos de té, especias, jabones o dulces son muy numerosos, podemos encontrar productos de todo tipo. Es bastante más pequeño que el gran bazar, en cada calle hay un poco de todo. Para los temerosos del regateo, este es uno de los lugares donde comprar, porque hay algunos puestos, pocos pero algunos, con precio establecido.
Pero si hay ocasión, hay que ir más allá del Bazar de las Especias, adentrarse y desviarse por las calles de los alrededores, donde realmente compran los turcos. Existe todo un entramado de calles, unas dedicada a las telas y tejidos, otras a la cocina, a las bodas y celebraciones religiosas, las alfombras, e incluso la ropa interior, que merece la pena ver. Ese es el verdadero comercio de Estambul, donde nada está dirigido al turista (de hecho, es posible que no te encuentres con muchos) y te sentirás como un explorador.
No sé exactamente de qué calles hablo, ni su localización en el plano, pero cuando recorriendo el Bazar de las Especias se pueden ver caminos que se salen de la vía principal, y que son muy curiosos. un lunes por la mañana, cuando muchas mujeres turcas salen a hacer sus compras. Si descubrís algo más sobre esta zona de comercio.
Muy cerca de la Mezquita Azul, Santa Sofía, y las Cisternas Cemberlitas, en el corazón de Sultanhamet, se encuentra la cafetería-pastelería tradicional Edebiyat Kiraathanesi. No importa la hora, aquí hay que pararse.
Desde sus escaparates, en la calle Divan Yolu, se pueden ver muchas de sus creaciones, que nos harán sentir verdadera ansiedad por encontrar la entrada, que se encuentra unos metros adelante, señalada con una flecha.
Una vez dentro, encontraremos productos muy variados, pasteles, tartas, mousse, café, té, mermeladas...
Probar, probar y probar es lo que queda. Un poco más abajo podéis ver la que creo que es la localización exacta google maps.
Ir a Estambul y no ver una mezquita, y otra, y otra...es imposible. La Mezquita Azul es sólo la primera. Por eso, es importante que tengamos en cuenta que su carácter religioso: las mezquitas son lugares de culto para los musulmanes.
Por este motivo, aquí van algunos consejos para visitar mezquitas en Estambul, sin olvidar que el respeto es la clave. Una actitud respetuosa, abierta y tolerante abre puertas en todas partes.
Visita la mezquita cuando no sea hora de oración. Existen muchas llamadas a la oración cada día, pero el tiempo de oración es breve, por lo que es mejor respetar ese tiempo íntimo y personal de los creyentes, y entrar después.
Lleva vestimenta adecuada, tapando también hombros, codos y piernas. Las mujeres deben llevar velo que cubra no sólo la cabeza sino el pelo. Si no lleváis, en las mezquitas grandes suelen proporcionarlo.
Quítate los zapatosantes de entrar la mezquita, normalmente hay un espacio con moqueta. Las principales mezquitas os darán bolsas de plástico por si queréis llevarlos con vosotros. Estas bolsas no son para vuestros pies.
Di "Assalam-o-Alaikum", o "la paz sea con vosotros"al pasar el umbral si queréis integraros al máximo en las costumbres y sorprender a más de un turco.
Guarda silencio en el interior de la mezquita, recuerda que es un lugar de oración antes que un atractivo turístico. Aprovecha para observar su arquitectura y su ambiente espiritual. Medita.
Ten en cuenta que hay espacios reservados para la oración de los fieles, a los que los turistas no podemos acceder. Existe una valla o algo parecido. Pasarla es fácil, pero irrespetuoso.
Haz fotos si quieres, pero la discreción y el flash no son compatibles. Intenta pasar desapercibido, esa es la mejor forma de conocer un lugar.
Organizar lo que vamos a hacer durante el viaje es cuestión de gustos. Todo depende de qué queramos ver, a qué ritmo, de qué forma... Así que cada viajero tiene que pensar cómo le gustaría hacerlo.
¿Te gusta ver monumentos? ¿No? ¿Prefieres los parques? ¿disfrutas paseando? ¿te cuesta andar? ¿subirías al autobús local o te decantas por el taxi? ¿con rapidez o con paradas? Todo depende de ti. Decide qué criterios son los más importantes según tu personalidad, tus intereses, tu forma de viajar...
Esta propuesta, para organizar cada día en una ciudad, se basa en 4 ideas:
Buscar el equilibrio: estamos en allí y queremos verlo todo. Es mejor ver menos cosas, pero verlas disfrutando y a un ritmo agradable.Hay algo que ver en cada esquina, por todas parte. Al principio querrás verlo todo...luego descubrirás que es necesario seleccionar, prescindir de algo, , a cambio de un poco de tranquilidad.
Ofrecer cada día una combinación agradable y variada de actividades y visitas: ver todos los museos el mismo día, todos los palacios el mismo día, o todos los monumentos el mismo día, puede ser aburrido y monótono. Mejor combinar actividades diversas, cada día "un poquito de todo".
Hacer del paseo la mejor forma de conocer una ciudad: lo auténtico de cada lugar no suele estar dentro, sino fuera. Recorrer las calles, moverse y pasear. Para eso no necesitamos entradas, ni reservas. Necesitamos tiempo y ganas de explorar. Así tenemos un verdadero contacto con la zona y su gente.
Tomarse el planning como una guía, sin obligaciones y sin estrés: se trata de facilitar la organización de los itinerarios y ser prácticos. Pero como dice nuestro lema, nada de seguirlo al pie de la letra. Por qué no salirse del plan si es lo que apetece, o si las circunstancias lo sugieren. Quizás una tarde de lluvia es ideal para el museo, o quizás nos apetezca pasear bajo la lluvia...cuestión de gustos.
Hay otro Estambul más allá de Sultanhamet... Kumpkapi, el barrio de los pescadores. Realmente, el barrio está separado del mar por la carretera: a un lado el puerto pesquero y el mercado, y al otro, la entrada al barrio. Por eso, Kumpkapi tiene dos caras, una a primera hora de la mañana, a orillas del Mar del Mármara, para ver el mercado. Otra, cuando se va el sol, y se encienden las luces. Es entonces cuando la calle principal de Kumkapi, hasta llegar a la plaza, se llena de gente que quiere cenar pescado, al son de la música turca en vivo, los cantes y bailes tradicionales. Y son precisamente los propios turcos (sobretodo hombres), quienes se reúnen allí de cena y celebración, y se arrancan al cante. Es un ambiente de fiesta que nada tiene que envidiar a las nuestras. Es más, es bonito ver cómo conservan, en su actitud y en su forma de divertirse, sus tradiciones más ancestrales. Uno que se levanta y canta, otro que de repente saca de debajo de la mesa una especie de flauta, dos que salen a bailar... y todo esto, con el pescado en la mesa. Si de verdad queréis sorprenderos, no veáis el vídeo. Id a Kumkapi.
Está al oeste de Sultanhamet, pero muy cerca, 10 minutos en taxi, la mejor forma de llegar, merece la pena visitarlo, y probar el pescado, el melón, el queso y el raki. Sin embargo, tenemos que saber que no se parece al pueblo pesquero que podamos tener en mente, porque la carretera lo separa de la orilla del mar, y porque de noche puede parecer una feria, según qué época del año. Además, frente al bullicio y la iluminación de la zona principal, los alrededores de Kumkapi muestran otra cara de Estambul, alejada del turismo y más humilde, que a esa misma hora, resulta oscura y poco acogedora. Mejor quedarse con las luces y el estruendo de la música turca.
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